martes, 15 de enero de 2008

¡ESE HOUSE ESTA BIEN PELON!

Desde mi pelona y para el mundo con diagnósticos pelones del Dr. House

Desde hace mucho tiempo no seguía con cierta regularidad un programa o serie de televisión. De alguna u otra manera este tipo de series se me hacen algo previsibles por mejor reparto que tengan y no me llaman la atención ya que basta con ver dos o tres capítulos para imaginar todas –o casi todas- las variables que pueda tener la serie. Que fulanita ya salió con fulanito, que le puso los cuernos o que hay un complot universal para destartalar aun mas al mundo o bien que un solo policía podrá con una vil navaja desarmar una bomba de neutrones. Así podríamos seguir por muchos y muchos capítulos. Estas series gringas son como las telenovelas mexicanas: con el sólo hecho de ver al reparto ya sabemos que pasará, cuando terminará, quien se morirá y quienes serán los héroes.

Pese a todo lo anterior he seguido dos series. Me acuso. Una por cierto es de mafiosos de New Jersey, Los Soprano, que acaba de terminar y la otra que sigo y que seguiré por todas las temporadas que sea necesario es la del famoso Dr. House que se desarrolla en un hospital, al igual, que como la anterior serie en el estado de New Jersey.

Para mi resulta tan convincente el malandrín del House que estoy pensando en llevar a consulta con el a mi mamá que es totalmente afecta a los galenos y aficionadísima a las medicinas y decirle además a mi hijo que si algo me llegara a pasar que llame a House y que aunque le diga él que no es doctor o que está en el foro grabando un capítulo que aun así me recete, punto.

Me encantan varias cosas del programa. House es un doctor que se la vive materialmente pasado o elevado en complicidad con el hospital. Todo el mundo sabe que toma cierta droga para calmar dolores en una pierna y que tiene de estas pastillas “analgésicas” en todos lados y en grandes cantidades. House es un engreído. House en un malcriado. House es voluble. House es sangròn y mamìlisima. House es revanchista y muy prepotente, House es grosero y sarcástico con todo el mundo. ¿Pero que hace que House sea un genio del diagnóstico?

De medicina debo confesar que tengo conocimientos nulos por lo que del mundo de los hospitales no se nada, solo pagar la cuenta. Sin embargo, lo que me llama poderosamente la atención del Dr. House es que al estilo de un investigador pregunta, analiza, se equivoca varias veces, hace pruebas, hipótesis, se vuelve a equivocar, casi mata a sus pacientes, se pelea con ellos y con sus familiares pero al final tiene el diagnóstico adecuado y salva al enfermo. Este minusválido llamado House debería de dar pláticas a directores de empresas, a políticos y hasta a Hugo Sánchez para que les enseñe a analizar un problema, aislarlo y tomar una serie de medidas correctivas para que sea eliminado o bien, controlado totalmente. House al hablar con sus pacientes no se anda por las ramas con eufemismos por mas grave que sea la enfermedad. Si hay alguien que tenga cáncer se lo dirá en lugar de decir que tiene una enfermedad “zodiacal”.

Ayer, por ejemplo vi un capítulo en el cual a House le tapan por una mancha de sangre la alfombra de su oficina. ¿Qué hizo este doctorcito? Pues al mas puro estilo del PRD se dedicó a hacerle a medio mundo la vida de cuadritos. House con sus ayudantes (que cada vez se le rebelan más, pero que los controla) se dedica a hacer juntas en cualquier lugar. Toma la oficina de su jefa, la estación de las enfermeras, la sala de juntas, las oficinas de otros doctores y hasta ocupa la capilla del hospital intimidando a los dolientes que se encuentran ahí rezando. Al final le devuelven su alfombra manchada de sangre. No se porque este capítulo de Dr. House me hizo relacionar o recordar al PRD con campanas y con iglesias. En fin, no lo sé.

Me quiero imaginar, digamos como Director de Pemex a un tipo con las características analíticas de Gregory House. ¡Sería sensacional! Mandaría al sindicato al diablo en un dos por tres comprobando que es un foco de infección muy grasoso y laxo para la paraestatal, además de que le puede acarrear desórdenes financieros y subidas de presión que podrían llegar a provocar una parálisis y derrames internos de crudo en sus divisiones internas. En un sexenio llevaría a esta empresa petrolera de ser la única en su rubro enferma en todo el mundo y que pierde quien sabe cuantos cientos de millones de dólares al año a ser una empresa petrolera si bien no líder, si perfectamente bien operada y totalmente sana en todas sus áreas. Con alguien como House en el Instituto Federal Electoral seguro que nadie se arriesgaría a decir que hubo urnas que llegaron a la votación embarazadas por mapaches y controlaría a todos los partidos políticos mandándolos con el proctólogo al menor indicio de dolores por sentarse mal o sacar alguna ventaja de su curul.

No se si sean reales, ni que tan bien estructurados desde el punto de vista medico sean los parlamentos del programa como cuando por ejemplo House y sus achichincles se enfrascan en una discusión sobre hacer o inyectar tal o cual cosa a un paciente que lo pondrá al borde de la muerte solo para saber si es alérgico unas riquísimas conchas de chocolate con nata o para saber si el paciente toma la coca con hielo y ron para hacerse una cuba libre o la inhala.

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