LA TELEFONIA CELULAR ES BIEN PELONA

Desde mi pelona y para el mundo de la telefonìa celular que es mucho muy pelòn.

Con la novedad deque se me perdiò el celular a pesar de que en innumerables ocasiones le dije que no se separara de mì. Siempre vì a este aparato un poco raro como diciendo…cuando se descuide, me voy y me cae que no me vuelve a ver.

Yo creo que estarà por ahì dizque gozando de la vida sin saber quien lo tocarà, a quien le hablarà o simplemente tomando fotografìas de dudoso arte. Mi celular en honor a la verdad siempre fue de fácil conversación. Solo Dios sabe cuantas veces lo tuve que ir a rescatar al dìa siguiente a algún bar, a algún restaurante, a alguna gasolinera. En una ocasión iba saliendo del gusano del aviòn y me tuve que regresar al asiento que me habìa tocado que era el 21C. El aparatejo decidiò continuar al siguiente destino sin mì. ¡Vàlgame Dios!

Le comprè su cargador de coche, siempre lo traìa o bien en la bolsa de la camisa, o bien en la bolsa externa del saco de la izquierda, muy cerca del corazòn para ver si asì lo podìa ablandar un poco, nunca lo dejaba sin corriente y procuraba limpiarlo todos los dìas con la ayuda de un trapito hùmedo que era exclusivo para èl y en algunas otras ocasiones lo desarmaba para limpiarle las teclas (botones de nùmeros o funciones) y hasta la baterìa…bueno, ¡hasta le comprè el sistema hands free!, para que fuera còmodamente sentado en el asiento de al lado, el del copiloto.

Es una pena, ahora veo que tenìa chips duros, rebeldes y anàrquicos y ademàs como dice el dicho…nadie experimenta en chips ajenos o aquel otro que dice…celular que crece torcido, nunca sus ondas endereza.

En algunas ocasiones este celular era de contentillo y caprichudo. De una banqueta a otra se cortaba la comunicación tenièndome que regresar a la original para continuar la conversación. Era en verdad muy ocurrente. Para hacerme la vida de cuadritos o tal vez para engordarme el caldo llegò a enviar mensajes –no siempre- a lados que yo no querìa, trayendo como consecuencia que yo tuviera que dar explicaciones y en algunas otras el escuchar gritos, sombrerazos y reclamos de toda ìndole a altas horas de la noche. Un domingo y en misa le cayeron unas cuantas gotas de agua bendita y se decolorò un poquitìn. Pensè que estaba poseìdo por el demonio y de inmediato busque ayuda para practicarle un exorcismo, posteriormente me enterè que los padrecitos de la iglesia habìan santificado agua de un tremendo aguacero: era lluvia àcida y mi alma descanso de inmediato. ¿Se imaginan hablar por un telèfono poseìdo por el mismìsimo chamuco? ¡Que Dios nos ampare!

Pese a todo le deseo que su nueva pareja lo trate bien. No me diò tiempo de cambiarlo.

Les agradecerè que me envìen sus nùmeros celulares a la brevedad para meterlos al nuevo aparato (celular) que adoptarè el dìa de mañana. El dìa de hoy prenderè una veladora por el eterno descanso de mi NOKIA, Niki como yo le decìa, o bien por el que lo tenga lo cuide y lo mime como yo lo hice.